Descripción
La arcilla verde es uno de los remedios más versátiles que nos ofrece la naturaleza. Es un potente antiséptico, antiinflamatorio, analgésico, hemostático (detiene el flujo de sangre), acelera el proceso de regeneración celular y la cicatrización de los tejidos, remineraliza el sistema, limpia profundamente y elimina las impurezas y toxinas de nuestro organismo.
Todo esto, la ha convertido en un elemento imprescindible de un botiquín natural. Todas las propiedades se deben a la sinergia de sus componentes, una mezcla de oligoelementos en la que encontramos: magnesio, sílice, sodio, potasio, manganeso, hierro, zinc… Para su preparación y conservación es esencial evitar utensilios de metal. Utilizar envases de cristal y manipular con espátulas de madera. También es importante realizar las mezclas con agua mineral o purificada, evitando el agua clorada del grifo. Es útil tener un bote de arcilla ya preparada, siempre y cuando la conservemos bien cerrada en un bote de cristal.
MODO DE USO:
- Mezclar la arcilla verde pura con agua hasta obtener una textura cremosa.
- Aplicala sobre la piel y deja que actue unos 20 min.
- Retirar con agua abundante e hidrrata la piel
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